lunes, 12 de diciembre de 2011

BORRADOR ENTREGA FINAL

    Para la elaboración de la última entrega de este curso, decidí comenzar poniendo en orden las ideas que he ido hilando a lo largo del cuatrimestre.
   Comencé respondiendo a la proposición de confeccionar un traje, un traje de superviviente en la superciudad. Hablé de una segunda piel híbrida, geométrica y permeable, que nos protegiese y a la vez nos permitiese movernos en la ciudad e interactuar con ella, debido a esa componente humana que todavía conservaba y a la parte mutante que también llevaba implícita.
   Entonces, surgieron preguntas como de qué nos protegía esa piel, como eran las situaciones en ella, qué grado de intimidad nos ofrecía, y como se relacionaba con ese espacio también cambiante, la superciudad; cómo se adapta a ella. Además, aparecieron nuevas informaciones, como las redes sociales, energéticas, de información… que configuran el espacio de un modo anónimo pero tangible, y cómo las aportaciones individuales de las personas son las que configuran estas redes.
   Tras analizar los patrones que podían surgir, y el modo de configurar físicamente una piel, me dispongo a trabajar con lo siguiente para la consolidación del proyecto:
-Ciertos parámetros “no arquitectónicos”,  su modo de conformar los espacios públicos-privados (esto me lleva a reflexionar sobre lo público y lo privado, sus límites en la metrópolis (¿Existen? ¿Cuál es su grado de definición, si lo tienen?)), y el modo de traducirse en parámetros arquitectónicos que definirán la piel.
-Cómo es la piel más personal, la individual, nuestro hábitat ideal. Una capsula de autoprotección, semihermetica, donde cada uno vive su propia realidad y se siente seguro. La relación entre nuestro espacio íntimo y lo público.
-Los factores que condicionan la atracción por lo público como posible explicación del desvanecimiento de los límites de la privacidad. La necesidad de satisfacción tanto física/fisiológica como psicológica, y el modo de saciarla (diluyéndose los límites de lo privado).

   En esta parte de uno de los paneles, aparecen cuantificados ciertos parámetros de los que antes he llamado “no arquitectónicos”. Puesto que no es posible definirlos sin trasladarse a un contexto donde poder cuantificarlos, he escogido dos plazas adyacentes del centro de Alicante. No obstante, mi planteamiento es válido para cualquier lugar, puesto que su configuración viene dada por el mismo y por las circunstancias que en él se den, no es algo prefigurado.



Este otro borrador es un a5 que he realizado para aclararme ciertos aspectos iniciales que marcaron el desarrollo de mi proyecto.




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